Compartir experiencias y conocer
otras realidades siempre se transforma en una posibilidad, la posibilidad de
recrearlas, construir nuevos imaginarios sociales y plantearse nuevas metas, es
una forma de aprendizaje que se realiza no en salas de clases, ni salones, ni
en libros, sino en la cotidianeidad misma
de las comunidades, aprendizaje que cobra un alto valor significativo para quienes
vienen de realidades distintas y más aún con un marco conceptual creado en abstracto.
La relación dialógica y afectiva que se entabla
con estos otros, proporciona una valoración
distinta respecto a su realidad, muy diferente a si la leemos o vemos en tv, pues
ya pasamos a ser parte de esta situación sui generi y de una u otra manera la
transformamos, ahora nosotros inmersos en ésta, pero lo más valorado es que esa
realidad a nosotros (además dispuestos) nos transforma.
Estas realidades situadas, que el
equipo del CDCDS está visitando en el hermano país de Bolivia, traen consigo
una serie de cuestionamientos respecto a la temática de la Participación
Ciudadana y su forma de Contraloría Social, que nacen de breves pero
enriquecedores diálogos con dirigentes sociales de estos sectores de Bolivia,
no se generalizará pues las narrativas no lo pretenden, pero hemos visto que en
ellos la organización y el compromiso por participar está dentro de su vida
cotidiana, ya sea una participación normada, institucionalizada que obtiene
resultados y además propende a una gobernabilidad, como así también la
capacidad de organizarse para exigir sus derechos y/o que otros cumplan sus
deberes con actos que podríamos creer propenden a la ingobernabilidad, ahora si
entendemos la gobernabilidad bajo los nuevos parámetros, la última acepción
también conduciría a la gobernabilidad entendida esta como la profundización de
la Democracia en base a espacios de poder en los cuales se expresa el dinamismo
de la Sociedad Civil.
Las realidades se construyen en
base a un aparataje llamado biografía socio histórica, la chilena y la
boliviana son totalmente diferentes, la de los dirigentes sociales bolivianos
es incluso diferente entre ellos, Coyas y Cambas son diferencias que no reconocía
desde mi lente óptico y que hacen comprender un poco mejor esta realidad
situada en comunidades del oriente de Bolivia, pero todos concuerdan en algo,
participan, se organizan, como lo hacían sus padres, sus abuelos y probablemente
como lo harán sus hijo/as, ellos aún lo conservan, lo reconstruyen constantemente,
pero creo
está en sus venas.
Las normativas bolivianas que
guían temas de participación, vigilancia social y organización no son antojadizas, no ocurre como en Chile que a alguien se le ocurre que es la mejor
forma y se norma y se obliga. Creo entender que en Bolivia las normativas han
sido un reflejo de lo que las comunidades han ido realizando durante largo
tiempo, sumado a la posibilidad de que cada municipio, con participación
informativa, propositiva, deliberativa y resolutiva cree sus propias
cartas orgánicas autonómicas (especie de LOCM, más Ordenanzas) con asambleas estatuyentes y referéndum, en donde el
alcalde/a como poder ejecutivo sólo se limita a ejecutar lo que decide la
comunidad y/o acuerda en Concejo.
Los chilenos que constantemente están mirando en menos al
vecino país, deberíamos por el contrario, mirar atentamente estos procesos, no
como algo que copiar, sino como procesos que desencadenar en Chile, cómo… no lo
sé, pero debemos averiguarlo, utilizar la coyuntura nacional para construir en
conjunto la manera en que nosotros/as jóvenes, nosotros trabajadore/as, nosotros/as
indígenas, nosotras dueñas de casa, nosotros niño/as queremos participar,
espacios idóneos, que respondan a las realidades situadas de cada comunidad de
nuestro país.
Hay mucho que hacer, y mucho que
recorrer, hay mucho que revalorar y mucho que desechar, lo que sucede en
nuestro país puede ser un detonante interesante para reconstruir la biografía trizada
(o desaparecida) de la participación en nuestras comunidades, que en algún
momento, a veces conocido otras desconocido de nuestra historia, se desintegro.
En sintesis lo bueno de mirar y conocer, es que uno hace significativo lo que quiere, y utiliza lo bueno para reconstruir, este lado conocido tiene mucho de favorable, sobre otros temas mejor dialogamos después, porque también hay lecciones propias, errores, contentos y descontentos.
COMITE DE VIGILANCIA DE MONTERO.
C.ESTROZ
CDCDS/CIAL
C.ESTROZ
CDCDS/CIAL
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