martes, 6 de noviembre de 2012

PENSANDO EN ESTA VISITA A BOLIVIA...



Compartir experiencias y conocer otras realidades siempre se transforma en una posibilidad, la posibilidad de recrearlas, construir nuevos imaginarios sociales y plantearse nuevas metas, es una forma de aprendizaje que se realiza no en salas de clases, ni salones, ni en libros,  sino en la cotidianeidad misma de las comunidades, aprendizaje que cobra un alto valor significativo para quienes vienen de realidades distintas y más aún  con un marco conceptual creado en abstracto.
La  relación dialógica y afectiva que se entabla con estos  otros, proporciona una valoración distinta respecto a su realidad, muy diferente a si la leemos o vemos en tv, pues ya pasamos a ser parte de esta situación sui generi y de una u otra manera la transformamos, ahora nosotros inmersos en ésta, pero lo más valorado es que esa realidad a nosotros (además dispuestos) nos transforma.
Estas realidades situadas, que el equipo del CDCDS está visitando en el hermano país de Bolivia, traen consigo una serie de cuestionamientos respecto a la temática de la Participación Ciudadana y su forma de Contraloría Social, que nacen de breves pero enriquecedores diálogos con dirigentes sociales de estos sectores de Bolivia, no se generalizará pues las narrativas no lo pretenden, pero hemos visto que en ellos la organización y el compromiso por participar está dentro de su vida cotidiana, ya sea una participación normada, institucionalizada que obtiene resultados y además propende a una gobernabilidad, como así también la capacidad de organizarse para exigir sus derechos y/o que otros cumplan sus deberes con actos que podríamos creer propenden a la ingobernabilidad, ahora si entendemos la gobernabilidad bajo los nuevos parámetros, la última acepción también conduciría a la gobernabilidad entendida esta como la profundización de la Democracia en base a espacios de poder en los cuales se expresa el dinamismo de la Sociedad Civil.
Las realidades se construyen en base a un aparataje llamado biografía socio histórica, la chilena y la boliviana son totalmente diferentes, la de los dirigentes sociales bolivianos es incluso diferente entre ellos, Coyas y Cambas son diferencias que no reconocía desde mi lente óptico y que hacen comprender un poco mejor esta realidad situada en comunidades del oriente de Bolivia, pero todos concuerdan en algo, participan, se organizan, como lo hacían sus padres, sus abuelos y probablemente como lo harán sus hijo/as, ellos aún lo conservan, lo reconstruyen constantemente, pero creo está en sus venas.
Las normativas bolivianas que guían temas de participación, vigilancia social  y organización no son  antojadizas, no ocurre como en Chile  que a alguien se le ocurre que es la mejor forma y se norma y se obliga. Creo entender que en Bolivia las normativas han sido un reflejo de lo que las comunidades han ido realizando durante largo tiempo, sumado a la posibilidad de que cada municipio, con participación informativa,  propositiva,  deliberativa y resolutiva cree sus propias cartas orgánicas autonómicas (especie de LOCM, más Ordenanzas) con asambleas  estatuyentes y referéndum, en donde el alcalde/a como poder ejecutivo sólo se limita a ejecutar lo que decide la comunidad y/o acuerda en Concejo.
Los chilenos que  constantemente están mirando en menos al vecino país, deberíamos por el contrario, mirar atentamente estos procesos, no como algo que copiar, sino como procesos que desencadenar en Chile, cómo… no lo sé, pero debemos averiguarlo, utilizar la coyuntura nacional para construir en conjunto la manera en que nosotros/as jóvenes, nosotros trabajadore/as, nosotros/as indígenas, nosotras dueñas de casa, nosotros niño/as queremos participar, espacios idóneos, que respondan a las realidades situadas de cada comunidad de nuestro país.
Hay mucho que hacer, y mucho que recorrer, hay mucho que revalorar y mucho que desechar, lo que sucede en nuestro país puede ser un detonante interesante para reconstruir la biografía trizada (o desaparecida) de la participación en nuestras comunidades, que en algún momento, a veces conocido otras desconocido de nuestra historia, se desintegro. 

En sintesis lo bueno de mirar y conocer, es que uno hace significativo lo que quiere, y utiliza lo bueno para reconstruir, este lado conocido tiene mucho de favorable, sobre otros temas mejor dialogamos después, porque también hay lecciones propias, errores, contentos y descontentos. 

                                           COMITE DE VIGILANCIA DE MONTERO.

                                                                                                                                 C.ESTROZ
                                                                                                                                 CDCDS/CIAL

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